El dato de rigor cada vez que se produce un accidente de tránsito es la cantidad de muertos que arroja el hecho. En un segundo plano quedan los heridos y atrás, muy fuera de foco, las personas que terminan con una discapacidad permanente. Cada año en Mendoza los incidentes viales dejan 1.200 discapacitados para siempre. Hablamos de hemipléjicos, cuadripléjicos, personas que pierden extremidades o sufren lesiones que jamás les permitirán vivir la vida que hasta el momento del siniestro llevaban.

Muchos pierden sus trabajos, entran en profundas depresiones, deben ser indemnizados y remplazados en sus puestos laborales, se jubilan anticipadamente y necesitan atención médica, kinesiológica y psiquiátrica por el resto de sus dí­as. "Todo, por causas absolutamente evitables", analizó Oscar Hómola, jefe de la Policí­a Vial.

Las dificultades no terminan ahí­. Todo el entorno del discapacitado sufre a la par del sobreviviente, que las crónicas periodí­sticas sólo contabilizan como alguien que se "encuentra fuera de peligro".

Los números surgen de las estadí­sticas que reveló la Comisión de Estudio y Evaluación de Estadí­sticas de Accidentes de Tránsito (CEAT) de la Provincia que considera los accidentes de tránsito como una epidemia.

Adriana Koch, directora de Epidemiologí­a y que también integra la CEAT, explicó que por cada muerto en choques viales se estiman no menos de tres personas que quedan con discapacidad permanente.

Desde 2001 hasta 2008 los fallecidos en rutas y calles de la provincia promedian los 330 sólo en el lugar del hecho. Desde Epidemiologí­a calculan que 24% más de los accidentados muere en los hospitales dentro de los 30 dí­as siguientes. Esto eleva el número a 410 muertos por año. Un sistema similar es el que usa la asociación Luchemos por la Vida.

Adriana Koch profundizó sobre el asunto por el cual quedan tres lesionados muy graves el resto de su vida por cada persona que fallece en una colisión. "Se trata de una estimación mundial, que también es válida para Mendoza", detalló.

Son más de 1.200 al año los que quedan en una condición durí­sima de describir, difí­cil de aceptar, pero innegable a la hora de hacerle frente. Son personas condenadas a una vida de dependencia absoluta hasta para las tareas más simples. Lo malo de esto es que desde 2001 hasta 2008 el promedio no se reduce.

En la edición del 23 de agosto de Diario UNO, se dio a conocer que 23% del presupuesto de Salud se va en accidentes viales. Esto, sin tener en cuenta a los que quedan con lesiones permanentes una vez que egresan del hospital. El cálculo de dinero que se invierte es imposible de realizar en cualquier parte del mundo.

No obstante, hay un cálculo dado a conocer por el Ministerio de Salud que puede dar una noción del dinero que se gasta en el problema, el que podrí­a ahorrarse ya que se trata de casos evitables.

Fuente: Gonzalo Ponce - Diario UNO