El médico que opera y cura en el África profunda
Miércoles 20 de Marzo de 2013

..........También echo de menos a los amigos y colegas. Cuando me cuentan las difíciles situaciones que tienen que atravesar para ejercer con dignidad la profesión, me da bronca. Espero volver a trabajar con ellos algún día..........

El médico que opera y cura en el África profunda

Actualmente trabaja en un remoto rincón de Etiopía. Y pronto hará las valijas para cumplir otra misión humanitaria en Filipinas.

domingo, 17 de marzo de 2013
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Federico recibe a muchos niños que llegan con quemaduras. (Gentileza)

Miguel Títiro - mtitiro@losandes.com.ar

Gambo es un remoto pueblo de Etiopía, en el llamado Cuerno de África. El país es uno de los más poblados del continente, pero también uno de los más pobres del mundo, no obstante sus recursos naturales y su diversidad étnica, cultural y natural.

Hasta esa comarca, ubicada al sur de la capital etíope, Addis Abeba, llegó a trabajar como médico Federico Silvestri (32), especialista en anestesia y cuidados intensivos. 

La decisión, tal vez difícil para otro profesional de su generación, no lo fue para Federico, quien desde que se recibió en la UNCuyo se ha estado moviendo por el mundo, recalando primero en España y luego en Camerún, África central, donde integró una unidad que realizó operaciones de alto riesgo.

A Etiopía llegó como integrante de una ONG española, Atamiru ATA, entidad formada por un traumatólogo infantil ya jubilado, dos enfermeras de Valencia y nuestro comprovinciano.

El hospital de Gambo es netamente rural y a él concurren unos 200 pacientes diarios para consultas y atenciones.

El principal objetivo del grupo al que pertenece Federico es realizar intervenciones de ortopedia correctiva (deformidades en los pies, pies zambos), también cirugías de oesteomielitis (infección de un hueso o de la médula ósea), secuelas de quemaduras, deformidades y amputaciones de enfermos de lepra.

\"Nosotros -explica- nos integramos al equipo del hospital, que dispone de una cirujana general, un técnico en anestesia y enfermeros\". Cuenta además que algunas de las patologías que operan son secuelas de quemaduras graves y extensas, frecuentes en el lugar porque las familias viven en casas de barro y paja de unos 25 ó 30 m2, un solo ambiente en el que se cocina en el suelo con fuego de leña. 

\"Por esa razón -apunta Silvestri- los niños sufren quemaduras graves, ya sea por el fuego o por líquidos calientes como agua o aceite. Estas lesiones dejan secuelas que hacen que un brazo, una mano o una pierna queden privados de su función, y en los altiplanos africanos si no podés caminar o valerte por tus propios medios, estás condenado a la muerte y sos una carga para la familia\".

Federico dice que se siente \"extremadamente útil\" en el lugar, pese a las carencias tecnológicas. \"Si no estamos nosotros para resolver la enfermedad de la persona, no hay nadie más que haga el trabajo. Esto hace que las situaciones críticas sean más fuertes y tenés que arreglarte solo, con pocos medios, cuando aparece una complicación. Pero el trabajo en equipo ayuda mucho\". 

Pueblo remoto

Gambo es zona de montaña y está a 2.400 m sobre el nivel del mar. En la época seca todo es muy arenoso, pero en mayo-junio empieza la temporada de lluvias. Es un enclave remoto, donde viven alrededor de 800 habitantes, rodeados de otras comarcas también rurales. \"Estamos -relata el mendocino- a 30 kilómetros del pueblo urbano más cercano, donde hay internet y calles asfaltadas\".

-¿Cómo es la gente allí?

-Muy agradable, simpática y pacífica. Se dedican a cultivar el campo. Para buscar agua, el gobierno ha hecho pozos y los moradores caminan hasta 20 km para llenar un bidón. Los niños, cuando ya empiezan a caminar, salen a buscar líquido y leña para cocinar. Los baños son el bosque.

En la región donde está Silvestri se habla el oromico, aunque desde hace unos años la enseñanza escolar incorporó el inglés. 

\"Cuando les digo que soy de Argentina, me responden mencionando con sonrisas en la cara a Maradona y Messi, pero no saben casi nada de nosotros. A los jóvenes les gusta el fútbol y como soy el único ?farangi\' (extranjero) que juega con ellos, he escalado en el estatus social\".

Federico, cuya hermana Luciana también está en el exterior (es asesora ambiental en España), estudió en la Facultad de Ciencias Médicas de la UNCuyo. Luego, en Valencia se especializó en anestesia y cuidados críticos, pero valora la instrucción académica que recibió. \"Trabajando tanto en España como en otros lugares, he estado en contacto con médicos de distintos países, y comprobé que la formación que recibí en Mendoza es de un excelente nivel\".

Finalmente, sobre la posibilidad de retornar al terruño, reconoce que el pago le ?tira\', pero aún debe cumplir otros objetivos en el extranjero. 

\"Allá tengo a mis padres, el resto de la familia y a mi perro, a los cuales quiero mucho y extraño. También echo de menos a los amigos y colegas. Cuando me cuentan las difíciles situaciones que tienen que atravesar para ejercer con dignidad la profesión, me da bronca. Espero volver a trabajar con ellos algún día, pero primero quiero seguir viviendo este tipo de experiencias. Cuando termine mi misión en Gambo, estoy invitado a tomar parte de un proyecto asistencial en Filipinas; sería el cuarto continente donde ejercería como médico. Además, debo terminar mi tesis doctoral, que trata sobre la aplicación de nuevas tecnologías médicas en medios precarios como en el que estoy ahora\".
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