: Ignacio Blanco

Para el 26 de agosto está fijada la reapertura de la negociación paritaria de los gremios de la Salud, tal como quedó escrito en el acta del acuerdo salarial que firmaron con el Gobierno en mayo. De esta forma, en medio de los problemas por la falta de financiamiento, el Ejecutivo deberá considerar la posibilidad de que los sindicatos del sector soliciten un nuevo aumento, algo que es muy probable y que de antemano no descartan.

Esto podría transformarse en un gran problema, porque los números en rojo que asegura tener el Gobierno provincial se complicarían más si se aplicara un aumento, por pequeño que este sea. Sin embargo, tanto la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Asociación Mendocina de Profesionales de la Salud (AMPROS), están revisando las cifras y se preparan para negociar a fines del próximo mes, sin descartar que se solicite un porcentaje de aumento por los efectos de la inflación y los aumentos de servicios.

Otro problema sería la fecha, ya que coincidiría con el período en el que la Unión Cívica Radical estaría dispuesta a estudiar la negociación en la Legislatura un aumento menor al que solicita hoy el Ejecutivo. De extenderse la reapertura de la paritaria, podrían encontrarse en paralelo dos situaciones fundamentales para la provincia, los salarios y la posibilidad de financiamiento. De esta forma, lo que pareció una buena idea para destrabar uno de los conflictos gremiales más duros de los últimos años, podría transformarse en una “bomba de tiempo”, porque los sindicatos tienen una postura crítica de las cifras del Gobierno provincial y no creen en los números que presenta el Ministerio de Hacienda, por lo que hay una alta probabilidad de que en agosto pongan sobre la mesa la necesidad de un nuevo aumento.

Isabel del Pópolo, titular de Ampros, señaló al respecto: “Vamos a evaluar la situación, tanto de los impuestos y la inflación, porque evidentemente según se calcula fuera de lo que es el Indec ya estamos por un anual del 40% y calculo si estamos en eso vamos a estar dentro de muy poco llegando al 45% que nosotros decíamos que era necesario”.

Aunque la dirigente de los profesionales no quiso hablar de porcentajes de posibles aumentos que solicitarían al Ejecutivo provincial, es casi un hecho que lo harían, aunque por ahora prefiere decir “que no se descarta” esa opción al sentarse a la mesa. Consultada directamente por la posibilidad de solicitar un ajuste en caso que los números de sus estudios lo indiquen, manifestó: “Ese es el objetivo, si nosotros tenemos un problema para eso hemos puesto la paritaria. Si nos hemos desfasado en lo que tenemos, vamos a hacer un planteo al respecto. Es probable que se pida un ajuste, si las cosas siguen así”.

Del Pópolo aseguró que el 26 de agosto se presentarán en la Subsecretaría del Trabajo para iniciar la negociación y que esperan que el Ejecutivo haga lo mismo, porque “evidentemente las cosas no están bien”, en varios niveles de la negociación, no sólo salarial, sino también en cuanto a las condiciones laborales y problemas de insumos en los centros asistenciales.

La postura de ATE

Por su parte, la secretaria general de ATE, Raquel Blas, recalcó que más allá de los problemas financieros que argumente el Ejecutivo, ellos irán buscando la mejor condición para los trabajadores. “Es un problema (el financiero) que para nosotros no existe. Nosotros vamos a la reapertura de paritarias con nuestros estudios estadísticos, viendo cómo se ha comportado la inflación y cómo ha ido perdiendo poder adquisitvo el salario, porque será eso lo que se reclamará”.

Respecto a la posibilidad de solicitar un porcentaje de aumento, coincidió con su par de AMPROS y dijo que es una posibilidad real. “No se descarta porque si bien la situación se ha frenado un poquito respecto de febrero, los aumentos siguen estando y siguen subiendo los precios, no es que ha habido un congelamiento”, indicó la representante gremial.

Blas dijo que no espera una posición del Gobierno muy diferente a la de febrero, especialmente con el problema de fondos que tendría la provincia, pero asegura que eso no hará que cambien su postura. “Lógicamente nosotros sabemos que va a ser duro y difícil, pero nosotros también tenemos nuestros números”, sentenció.

El gobierno no piensa en aumentos

Por su parte, al consultar en el Gobierno provincial, fuentes oficiales señalan que la cita del 26 de agosto es “para evaluar la situación” y no consideran que necesariamente sea para negociar un aumento. En ese mismo sentido, legisladores radicales consultados por este medio señalaron que durante las negociaciones que se hicieron por pedido de la Corte en ningún momento a ellos se les planteó la posibilidad de aumentar más los salarios durante lo que va del año.

Sin embargo, los gremios irán con la misma postura que lo hicieron en la primera parte del año. “Siempre que se abre una paritaria se abre en esas condiciones, presentando posiciones de parte de los sindicatos y de los gobiernos”, dijo Isabel del Pópolo. En tanto, Raquel Blas destacó: “Nada de revisar acuerdos. Nosotros nos sentamos y abrimos una instancia para evaluar la situación hasta el momento, pero no como el SUTE que puso algo muy light. Nosotros hacemos reapertura de la mesa de paritarias”.

EL SUTE Y EL RESTO DE LOS GREMIOS ATENTOS

La reapertura de las negociaciones se dará para el sector de Salud y Administración Central, pero el resto de los gremios estará muy atentos, porque entre las cláusulas de los acuerdos paritarios se considera que si algún otro gremio consigue un aumento superior este se trasladará automáticamente.

El caso más importante es el del SUTE, por la cantidad de afiliados y que superan los 50 mil. Esto significaría que en caso de conseguir un porcentaje, sea cual sea, por la cantidad de personas a las que debería aplicarse, no dejaría de ser un número muy importante para el Ejecutivo provincial en un período en que cada peso cuenta.

Aunque no se sabe de qué forma, la intención del Ejecutivo sería evitar un nuevo aumento que pueda complicar más las cifras. Desde la oposición señalaron que ahora que seguirán viendo opciones de acuerdo, también deberán poner sobre la mesa esta situación, la cual hasta los últimos encuentros no estaban consideradas. Por eso, esta reapertura podría ser un dolor de cabeza mayor para Pérez.