Médico agredido en Lavalle: \"Pacientes y trabajadores son los únicos rehenes\", dijo Del Pópolo
Viernes 13 de Febrero de 2015

Maltratos y desidia, son las palabras con las que se titula otra triste noticia que vuelve a tener como protagonistas a un médico y un enfermero agredidos. Esta vez ocurrió en el Centro de Salud Nº  43 de Costa de Araujo, departamento de Lavalle.

A continuación, la narración de los hechos publicados por MDZol:

Muchos centros de salud de la provincia padecen problemas de infraestructura y falta de personal, entre otras cosas, pero a la sala sanitaria ubicada en la localidad lavallina de Costa de Araujo se le sumó la inseguridad y el peligro de la integridad física de los médicos y enfermeros que trabajan allí.

Además, y como se mencionó anteriormente, el lugar no cuenta con el personal suficiente para poder atender adecuadamente a la gran demanda de la población,. También presenta carencia de insumos y problemas con el Servicio de Emergencias Coordinado, entre otras cosas.

El Centro de Salud nº 43 de Costa de Araujo se encuentra en el centro del poblado, el segundo más poblado de Lavalle tras la cabecera Villa Tulumaya, y sirve a los centros urbanos de Gustavo André, La Asunción, Virgen del Rosario y la Pega, entre otros, además de cubrir un amplio sector rural y desértico, como así también ser un canalizador de los desbordes producidos en el hospital Sícoli.

Fuentes consultadas por MDZ contaron sobre un tenso episodio que vivieron el médico y el enfermero que se encontraban de guardia el pasado sábado a la madrugada. Alrededor de las 3 de la madrugada, un tumulto de personas se hizo presente en el centro de salud con una joven acuchillada a la altura del tórax, cuya herida había tocado el pulmón. Por ello el enfermero abandonó su descanso (tiene su cuarto en uno de los consultorios) y salió a socorrerlos.

Fue así que le aplicó a la joven una técnica de compresión con las manos y gasas para evitar mayor desangrado. Sin embargo, se vio imposibilitado de darle aviso al médico, quien apenas minutos antes había ido a su cuarto, ubicado en un anexo de la sala, a descansar tras una intensa jornada de trabajo. Por ello le pidió a algunos de los jóvenes presentes que vayan a avisarle.

Pero estos familiares y amigos de la muchacha, entre los que se encontraba el novio, no fueron de la mejor manera. Aparentemente, los jóvenes irrumpieron violentamente en la habitación y, a los golpes y gritos, le exigieron al doctor que atienda a la mujer. Golpeado y todo, el médico acudió a revisar a la herida.

Ante la gravedad de las lesiones, los profesionales pidieron una ambulancia al SEC, ya que cuenta con mejor equipación que el vehículo de la sala. Pero la respuesta del organismo provincial no fue la esperada: ante la demora, el encargado le indicó al enfermero que debían acercarse “hasta la ruta” con la mujer herida, quien ya estaba presentando convulsiones, para hacer el traspaso y poder hacer el traslado hasta el hospital Central.

Fue así que el enfermero tuvo que trasladarse con la joven en la ambulancia y abandonar su puesto de trabajo por varios minutos. Afortunadamente la mujer logró salvarse al ser ingresada de urgencia al Central. Pero la denuncia por las agresiones al médico no fueron tomadas por la Policía local, aduciendo que uno de los que golpearon al doctor tiene “protección política”.

Lo que se repite en la salud pública mendocina:

Más allá de lo sucedido, quienes trabajan en el Centro de Salud nº 43 manifiestan sentirse “hartos y cansados” de la situación de “desidia” que viven a diario. En primer lugar, si bien las guardias son permanentes, solo están cubiertas por un médico y un enfermero que trabajan en turnos de 24 horas, y muchas veces terminan sobrepasados por la gran demanda que deben atender, sobre todo los fines de semana.

Además padecen el atraso del pago de salarios, que puede llegar hasta los seis meses, sobre todo para quienes trabajan bajo contrato. Esto provoca un desaliento para cubrir más cargos y deja al centro sanitario con personal reducido. Los que pertenencen a planta permanente no la pasan mejor: casi nunca cobran el pago de zona u otros ítems.

También se quejan por la falta de insumos básicos, la rotura del electrocardiograma, carencias de herramientas y la constante desatención. Por ejemplo, tuvieron que improvisar de urgencia para arreglar la estufa de esterilización, que llevaba más de un mes sin funcionar.

Por lo pronto, los trabajadores del Centro de Salud 43 realizarán una reunión el próximo miércoles 18 de febrero a la mañana junto con delegados de ATE Lavalle y se invitará a los responsables del Área Sanitaria local, presidida por el doctor Miguel Ángel Marucci, para que se hagan presentes.

La palabra de María Isabel Del Pópolo, secretaria general de AMProS:

Entrevistada acerca de la desagradable noticia, María Isabel Del Pópolo, secretaria general de AMProS y vicepresidenta de Fesprosa aseguró: “El maltrato que hoy en día reciben los profesionales de la salud y el resto de los trabajadores, se ha convertido en un hecho habitual y desagradable para quien les toca vivir este tipo de experiencias negativas. Tal situación de inseguridad ha generado una peligrosa perdida entre médicos y pacientes. La salud de los mendocinos esta en un camino sin vuelta, las autoridades ministeriales no se preocupan ni ocupan y los únicos rehenes son nuestros pacientes y los mismos trabajadores.

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