Estamos en comunicación con María Isabel del Pópolo, secretaria general de AMPROS.

-¿Ustedes van a declarar el estado de alerta y movilización desde mañana?

-Exactamente. Repudiando el hecho de haber perdido mayores dedicaciones y el hecho de no haber avanzado en los pases a planta. Nosotros acercamos al Gobierno los listados de unos 500 profesionales repartidos trabajando en toda la provincia, tanto en centros de salud y hospitales. La culpa de que la gente no esté en planta es porque no ha habido concursos. A pesar de que nosotros hemos ido a la Justicia y hemos logrado sentencias firmes e inapelables.

-El ministro dijo que la Subsecretaría comenzaría con el llamado a paritarias por lo que no era necesario el estado de alerta y movilización.

-No, nosotros estamos en alerta y asamblea porque ni bien tengamos una propuesta, se la vamos a llevar a las bases. Las bases van a determinar la elección o no de la propuesta.

-¿Cómo se preparan para la paritaria? Con el sector de la educación ha sido bastante duro y han anticipado que no hay bastante dinero para ofrecer.

-Creo que no estamos mirando las necesidades sino el ajuste, que las cuentas cierren. Creo que hay grandes empresarios que no aportan al Estado lo que corresponde. No solamente los trabajadores son los que tienen que llevar sobre sus hombros la reconstrucción de la Provincia. No tenemos la culpa de las malas gestiones. Eso que se dice, el año pasado cerramos con más de un 38% de inflación. Por eso sacamos el 35%. El año pasado sacamos mucho más y logramos un porcentaje menor.

“Por eso siempre vamos detrás de la inflación, nunca podemos recuperar. Además recordemos que los profesionales tienen que ir a los lugares de trabajo, tienen que pagar naftas, tienen que llevar a los chicos al colegio, también gastos de alquiler como cualquiera. Los avalúos de las casas en pleno centro han sido de más del 50%. O sea que para una cosa se marca con inflación y para otras no”.

-¿Cuál es el porcentaje que han marcado?

-Hemos fijado un 40%, eso se reflejaría en la canasta familiar del sueldo del que recién ingresa. Aparte tenemos el gran cuello de botella desde hace añares y es que se dan contratos o prestaciones para cubrir. Se paga una guardia 7 u 8 mil pesos, lo que implica unos 32.000 al mes por cuatro guardias. Pero el que recién ingresa y el que quiere hacer carrera en el Estado y ponerse la camiseta del Estado gana 13 mil pesos, eso contra el contratado.

“Entonces ¿quién quiere ponerse la camiseta del Estado? Debe ser prioritaria la salud, la Justicia, la seguridad y la educación…obviamente que tenemos que ver las condiciones de la provincia, pero la culpa de las malas gestiones no la tenemos nosotros. Prioricemos la salud, Justicia y educación que es lo que ha sido más castigado y vamos a poder reconstruir a la provincia”.

Viviana García Sotelo –Cornejo ha sido claro y firme en su postura de no dar más del porcentaje que puede llegar a pagar. Fijó como máximo el 32% de acuerdo a la ayuda que se le dio de la Nación. Si hubiera un decreto como se hizo con la educación ¿cuál sería la postura de ustedes?

-Nosotros no aceptamos el decreto. Creo que si el señor gobernador ya tiene la idea de llegar a un decreto, primero yo quisiera escuchar qué vamos a negociar. Nos vamos a sentar a tratar los problemas que existen en salud. Porque si seguimos apostando a la precarización laboral, si sigo apostando a que cuando necesito de un profesional pongo a un prestador, ése es el problema que nos ha llevado a tener la salud que en este momento tenemos. Queremos que los sueldos sean completamente en blanco. No solamente eso va a favorecer al personal, sino también a la Obra Social de los Empleados Públicos y a la Caja de Jubilaciones.

A.G. –Respecto de los ítems que el Gobierno está evaluando para el resto de los sectores, el ministro de Salud dijo que no evalúan un ítem para el sector de la salud, sino que habrá auditorías para controlar el trabajo de todos los profesionales. ¿Cómo lo ve?

-Las auditorías a mí no me asustan en lo absoluto. Nosotros siempre hemos dicho que los profesionales son responsables de sus hechos, no le tenemos miedo a los controles de ingresos y salidas. El Gobierno tiene toda la posibilidad de controlar, porque nosotros tenemos que cumplir.

“A mí me preocupa la salud como política de Estado. Todos los ministros han dicho que van a controlar los horarios, esto y lo otro. Pero el Gobierno habla de su política de salud, para eso necesito el control de la permanencia y el cumplimiento, pero sobre todo más que controles yo diría, producción”.

-Hay muchas denuncias de pacientes que deambulan en las mañana en los centros de atención pública. ¿Cuánto tiene de cierto, reconoce esto?

-Por supuesto. Es más, se le da muy poco tiempo a la atención del paciente. Según la Organización Mundial de la Salud, que todavía no se ha definido muy bien sobre el paciente, la atención es de 15 a 20 minutos y cuando hay prácticas es mucho más… -40 a 45 minutos-. No podemos medir la cantidad sino la calidad.

-O sea que atiendan pocos pacientes no quiere decir que el médico lo haga…

-Lo hace mejor.

-O que lo haga a propósito para no trabajar.

-En lo absoluto. Hay pacientes que vienen más complicados. Hay pacientes que hay que ver cómo respiran, qué les sucede y todo. Hay que trabajar bien. Cuando usted pretende que en 15 minutos vea a un paciente, mientras una mamá tiene que contarle cómo come el paciente, qué le está dando, qué leche le da… ¿me entiende?

-Sí. Lo que pasa es que se diga que atenderá a tantas personas cuando hay 20 esperando, resulta medio…

-Eso no es así. Eso es cuando hay prácticas, uno puede demostrar eso como paciente. A ningún paciente le gusta entrar, y a usted tampoco, estar 15 minutos y salir. Esto no es una máquina de hacer chorizos.

-Claro, pero tampoco hacer todo tan complejo, habrá casos más sencillos.

-Por supuesto. Muchas veces cuando usted trabaja en un centro de salud y es parte de una comunidad, a mí me ha pasado que estoy saliendo de trabajar y me llegan pacientes. Uno no se mide en esas cosas, nadie habla de eso. Si uno llega 10 minutos tardes, ¡oh! Gran problema. Pero si uno se va media hora después, nadie lo paga.

-¿Eso no lo pagan?

-No, exactamente. Realmente es injusto hablar cuando no podemos ponernos todos en la misma mesa. Yo no voy a discutir con el ministro a través de los medios. Yo quiero que la discusión sea sentados en una mesa de diálogo y razonando en conjunto para ver qué soluciones tenemos para los mendocinos.

-Esto sería fuera de las paritarias ¿usted quiere un diálogo más directo con el ministro?

-Totalmente. Sino no vamos a llegar nunca a solucionar los problemas.

V.G.S. –No todos los sectores gremiales están en esa tesitura, sino que van con más violencia de choque. Es importante lo que está diciendo.

A.G. –Claro o quizá les interesa el aumento y nada más.

-Yo creo que no. Con Raquel Blas firmamos hace tres años la posibilidad de formar una comisión para trabajar a la salud como política de Estado. Hace tres años que lo firmamos dentro de la paritaria. Lo que pasa es que nos ganan por cansancio. Pero a pesar de ello nosotros como gremio, AMPROS sigue apostando al diálogo, creo que el resto de los gremios también. Es cuestión de buscar la oportunidad de sentarse a charlar y no ir al choque.

“Todos sabemos las condiciones de la provincia y ahora tenemos que buscar el diálogo y reconocer las necesidades de cada uno. Todos sabemos que no llegamos a fin de mes.

-Se le reclamó al SUTE que mientras estaban negociando no hicieran paro y el sindicato apeló a la medida de fuerza para presionar. ¿Ustedes piensan en un plan de lucha igual o agotarán todas las instancias de diálogo?

-Esperamos que cada cosa pueda ser informada rápidamente a los colegas para que tomen las decisiones correspondientes. Las bases decidirán cómo pretenden seguir, es por lo cual estamos en alerta y movilización. También haremos asambleas para que rápidamente puedan los colegas tomar decisiones.

Fuente: Radio Mitre - Antonio Ginart – Viviana García Sotelo