Para que el Hospital Carrillo funcione, siguen desmantelando centros de salud
Miércoles 16 de Junio de 2010

 

Hay que decirlo: la apertura del Hospital Dr. Ramón Carrillo cumple una función sanitaria y social sumamente relevante, no sólo para el departamento de Las Heras, sino también para la provincia de Mendoza en general.

Sin embargo, no todo lo que brilla es oro. Oportunamente, MDZ ha mostrado cómo se ha desmantelado otro centro de salud para poder inaugurar ese nosocomio. Se trata de la guardia de urgencias y emergencias del Centro de Salud N° 17, desde donde trasladaron 10 médicos al Carrillo. Esto generó tal conflicto, que la directora de ese efector estaría a punto de renunciar a su cargo.

Ahora, es el caso del Centro de Salud N° 18, enclavado en el populoso Barrio Espejo, el cual asiste a un amplio sector poblacional de características de alta vulnerabilidad socioeconómica. De allí, se han derivado al Carrillo dos profesionales de relevancia: la cardióloga Yolanda Wanka y la asistente social Carla Piuzzi. “Lo más grave es que Piuzzi era la única trabajadora social que asistía a la gente acá”, admitió una fuente de ese centro a este diario.

Algo similar se registra en el Centro de Salud N° 136 “Juan Minetti” del Distrito Capdeville, enclavado una zona alejada de los núcleos urbanos de Las Heras, ya que fueron desafectados dos médicos, el clínico y el pediatra para darles el mismo destino: el Carrillo.

“Cuando nos prometieron el hospital y nos hablaban de sus beneficios y virtudes nunca nos hablaron de los efectos colaterales. El Director del Carrillo declaró que no tiene sentido mantener el servicio de la guardia del Centro de Salud N° 17 y se preguntaba con qué necesidad si este efector respecto al hospital se encuentra a 2 kilómetros. Le respondería al director que con ese criterio, como en mi barrio existen dos escuelas primarias, debería cerrarse una, dado que no hay necesidad de mantener dos establecimientos con el mismo servicio. La idea era que se ampliara el servicio sanitario con el nuevo hospital, no que se suprimieran en los efectores de salud existentes servicios sanitarios y se desafectaran a sus profesionales médicos para trasladarlos a otro nuevo”, aseguró el Concejal lasherino Daniel López, una de las seis fuentes de información consultadas para redactar el presente artículo.

En el mismo sentido, el edil admitió que lo publicado oportunamente por MDZ era 100% real: “en el Carrillo no hay internación, no hay laboratorio, no hay servicio de diagnóstico por imágenes (rayos X y ecografía), no tiene cloacas porque se priorizó un emprendimiento inmobiliario privado de un importante grupo empresario, no tiene teléfono, sacaron distintos profesionales médicos de otros efectores de salud del Departamento de Las Heras (…) entonces lo que nos queda claro a nosotros los lasherinos es que lo que finalmente se inauguró como obra emblemática del bicentenario fue otro centro de salud, no un hospital”.

Como sea, las quejas son múltiples y muchas de ellas han llegado en forma de correo electrónico a la redacción de este diario en las últimas horas. Una de ellas tiene que ver con un caso registrado el viernes pasado a las 4 de la madrugada cuando una madre —cuyo nombre se resguarda por su propio pedido— acudió con su hijo a la guardia del Centro de Salud N° 17. Al encontrase esta clausurada, le informaron que se trasladara al Carrillo.

La mujer se dirigió hasta allí con el frío, la oscuridad y la inseguridad que implica transitar por la zona. Una vez en ese lugar, lo medicaron con un antitérmico convencional y le informaron que no podían dispensarle ningún tipo de atención médica vinculada con problemas bronquiales y/o pulmonares, por lo que le recomendaron que trasladara al niño para su atención a un hospital o a algún centro de salud.

Ante semejante respuesta, se dirigió al Centro de Salud N° 25 del Barrio Cirsubdoz, donde recién atendieron a su vástago a las 7 de la mañana.

Desmantelamiento perseguirás

Cuando se anunció que sería inaugurado el Hospital Carrillo, jamás se aclaró que se iban a desmantelar distintos establecimientos de salud del territorio departamental para poder lograrlo. No lo hicieron ni el Intendente Rubén Miranda ni el Gobernador Jaque.

Lo cierto es que esta situación afectó a los vecinos de zonas con población de alta vulnerabilidad social, como los barrios Espejo, Estévez, Sismo V, Amigorena, 20 de junio, Plumerillo Sur, Santa Teresita, 26 de enero, Cinco Mil Lotes y Matheu.

Oportunamente, Enrique Simoni, director del Carrillo admitió que el apuro en la inauguración se justificaba en la idea de descomprimir los centros de salud aledaños. Sin embargo, lo que finalmente ha quedado en evidencia es cómo a los efectores se los está descomprimiendo de médicos, no de pacientes.

Fuente: MDZ OL

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