Con atención de guardias mínimas y por tiempo indeterminado, arrancó el paro de trabajadores del microhospital Puente de Hierro. Debido al incumplimiento del decreto firmado el 22 de julio de 2014, que preveía el traspaso de la órbita municipal a la provincial del personal, la regularización del cobro de haberes de los contratados, el pago de adicionales y mejoras urgentes en la calidad de los servicios, infraestructura y adquisición de insumos y de medicamentos, la medida se hizo sentir con fuerza por parte de la totalidad de los trabajadores del centro asistencial.
Uno de los temas más graves que existe es que carece de un sistema de cloacas: cuando los pozos sépticos colapsan, derraman sus líquidos a los consultorios.
Élida Pérez, administrativa y vocera, indicó: “Tenemos un grave problema edilicio. Colapsan los baños y el Municipio aduce que no tiene el canal de desagote para las cloacas. Construyeron baños nuevos para hombres, mujeres y discapacitados hace un año y medio, pero para que los habiliten, tienen que venir a conectar la cloaca y hacer un techo intermedio a fin de comunicar la sala de espera. Por ende, son utilizados como depósito”.
Por su parte, Isabel Del Pópolo, secretaria General de AMPROS, agregó que “hicimos todas las presentaciones para el pase del microhospital que era jurisdicción del Municipio de Guaymallén a la órbita del Ministerio de Salud, y nadie se hace cargo de la situación.
“Me preocupa que la Provincia diga que está girando 750.000 pesos mensuales -que no llegan ya que quedan en la comuna-, para la atención de esto y que los colegas y la sociedad tengan que soportar el olor inmundo que existe en el hospital a raíz de los pozos sépticos. La materia fecal sale por el área de Rayos, no hay baños, no hay agua potable, el agua está contaminada entonces no se puede trabajar con tanta indignidad. La comunidad no puede seguir soportando semejante miseria”, sentenció.
Alicia Páez, directora del microhospital, fue contundente al señalar que “quienes ponemos la cara con una población tan vulnerable, sin dudas somos nosotros y hemos llegado a un punto en el que todos los trabajadores rozamos la mala praxis”.
Con respecto al agua, la situación es gravísima. Por falta de pago, la empresa que proveía los dispensers, les cortó el servicio. “El camión municipal carga los dos tanques del techo con aguas contaminadas, ya que hemos hecho estudios y hemos comprobado que presenta el bacilo pseudomona”, agregó la doctora Páez.
La diferencia con otros centros de salud cercanos es la atención de guardia, ya que Puente de Hierro asiste las 24 horas los siete días de la semana y la carencia de medicación para paliar la emergencia se ha agudizado.