En el marco de la pandemia originada por SARS Cov 2 y la sobrecarga laboral, mental y emocional que padecen los profesionales de la salud en el ejercicio diario de la profesión -situación comprensible desde la dimensión asistencial aunque sobrepasa a la labor diaria en detrimento de la calidad de atención y su salud física y mental-, la Asociación Mendocina de Profesionales de la Salud (AMProS) solicitó a la Subsecretaría de Trabajo que otorgue días de descanso que permitan al personal de salud recomponerse y presentarse a trabajar sin la carga de estrés laboral, cansancio, insomnio y demás consecuencias que la situación conlleva. Sin embargo, lejos de obtener respuestas, reciben mayores exigencias por parte de directores de hospitales y coordinadores de áreas sanitarias, exponiéndolos a situaciones sumamente desgastantes y extenuantes.
“A pesar de los innumerables reclamos y de las promesas por parte del Gobierno de la Provincia, a la fecha seguimos reclamando un incremento de los salarios, condiciones laborales dignas e insumos de bioseguridad. Por otra parte, debo denunciar la falta de respuestas y atención a los profesionales de la salud que no sólo atienden a sus pacientes, sino que también tienen una familia con hijos menores a cargo”, impulsó la secretaria general de AMProS, María Isabel Del Pópolo.
En este sentido, Carlos Alico, jefe de Asesores Legales de la entidad gremial, aclaró que “aunque las escuelas de la provincia volvieron a la presencialidad, hay excepciones que obligan a niños a tomar las clases en forma alternada con la virtualidad desde sus hogares, lo que en el caso de los profesionales de la salud implica una complicación el no poder prestar apoyo a sus hijos por encontrarse prestando servicios sin descanso. Dicha situación fue denunciada por este gremio y al efecto solicitó al Gobierno de la Provincia la aplicación del Decreto Nacional N° 60/21”.
En otro orden, AMProS denunció que a los profesionales de la salud del Régimen 27, si bien se les reconocen días por razones particulares, los mismos son descontados de su sueldo básico, de clase o del presentismo, lo que no es un detalle menor y se suma a todos los hechos denunciados. Esto genera en los profesionales de la salud un desgaste físico y psíquico que les impide cumplir con sus funciones adecuadamente.
Claudia Iturbe, secretaria adjunta, enfatizó: “Cuando la exposición a los factores de riesgo psicosocial se prolonga a lo largo del tiempo y deja de limitarse a momentos puntuales convirtiéndose en la regla en la organización, se genera estrés laboral crónico. Si bien la exposición a situaciones de estrés laboral a corto plazo puede llegar incluso a producir efectos positivos, aumentando la motivación y el rendimiento del trabajador; cuando pasa a ser crónico, da lugar a diversas patologías con efectos devastadores para la salud, tanto física como mentalmente”.
Finalmente, Daniel Jiménez, secretario gremial de AMProS, concluyó: “El estrés laboral crónico puede provocar entre otras patologías, desgaste y agotamiento emocional (fatiga crónica), depresión, ansiedad, insomnio, sentimientos de inseguridad, enfermedades del aparato digestivo, enfermedades cutáneas y problemas cardíacos, despersonalización (actitudes negativas hacia el lugar de trabajo y al trabajo en sí mismo), falta de realización personal y profesional (efecto negativo en la autoestima personal, expectativas frustradas y manifestaciones de estrés a nivel fisiológico, cognitivo y conductual)”.