Después de la conferencia de prensa en la que hoy a las 11,30 en la explanada del Hospital Humberto Notti la Asociación Mendocina de Profesionales de la Salud (AMProS) anunció la renuncia masiva a partir del 1 de abril de médicos contratados, prestadores y bajo cualquier otra modalidad de prestación, debido a la situación precarizante en la que desempeñan tareas, la entidad gremial junto a un grupo de médicos, fueron recibidos por los directores Jorge Pérez y Laura Piovano.
Allí dieron testimonios prestadores con el apoyo de sus jefes, quienes pusieron en evidencia la durísima situación económica que atraviesan, la falta de recurso humano y la carencia absoluta de valoración. Por su elevada formación académica y especialización emigran a otros países, debido a que sus sueldos están en muchos casos, por debajo de la línea de inflación y no obtienen ningún reconocimiento que los lleve a quedarse.
“Queremos dejar de ser prestadores; obtener la Mayor Dedicación y todos los ítems que nos corresponden a muchos, por más de diez años de trabajo en situación de precariedad. Para que la gente sepa, al pago del monotributo debemos agregarle en forma mensual, el certificado de antecedentes penales”.
Claudia Iturbe, secretaria general de AMProS, remarcó a los doctores Pérez y a Piovano que “el conflicto sigue en pie, hasta tanto no se regularicen como corresponde los acuerdos paritarios incumplidos; es decir, hasta que estas prestaciones no sean blanqueadas como Mayores Dedicaciones. Para que al Ejecutivo le quede claro: el 90% de las guardias se efectúan a través de un sistema de prestaciones ilegales y de continuar el incumplimiento, el conflicto también continuará. De una vez por todas, deben entender que la especialización es un problema de salud y de política pública”.
La declaración a Pérez fue concluyente: “Hasta que no esté la firma de la ministra de Salud Ana María Nadal con las Mayores Dedicaciones, no aceptaremos ninguna otra propuesta”.
Para ejemplificar el desborde que soportan estos profesionales, ayer el nosocomio atendió a 1.000 niños, lo cual implica que en época invernal esto podría triplicarse.
Entre otras cosas, una de las médicas con más antigüedad remarcó que no serán los gobernantes quienes decidan, sino “nosotros, quienes no dejaremos que el hospital se venga abajo. Falta equipamiento para personal tan calificado, falta recurso humano en algunas especialidades y este empieza a ser un factor altamente preocupante. Nosotros hemos hecho de este hospital un centro regional de excelencia y no vamos a permitir que lo dejen venir abajo”.